«Modou», como es conocido, es un menor que llegó a Canarias en agosto del 2023 como inmigrante irregular. Desde entonces, el Estado español no le ha reubicado a ningún centro de menores, ya que la Fiscalía no considera válido el certificado emitido por la Embajada de Gambia, en el cual se verificaba que el niño tenía 14 años. Tal y como informan desde Infobae, el menor ha pasado ya por diferentes centros en Tenerife, Granada, Barcelona y Madrid, siendo todos de adultos.
Este niño llegó a España como inmigrante irregular en agosto del pasado año, más en concreto a Las Palmas de Gran Canaria, en una patera y solo. Nacido en Gambia, deambuló por diferentes centros de adultos sin recursos en Tenerife, Granada, Barcelona y Madrid. Desde entonces se ha alimentado en comedores sociales, conviviendo con adultos desamparados aún siendo menor de edad.
Con el fin de tramitar su regularización en el país, la embajada de Gambia aportó un informe al Estado español en el que se decía que el niño tenía 14 años. Sin embargo, la Fiscalía no termina de dar válida esta información, y el menor sigue sin acudir a un centro correspondiente a su edad.
La Fundación Raíces se hizo cargo de su caso, dando visibilidad y eco a su situación, habiendo llegado a manos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Según informa el citado medio, ha pasado ya un mes desde que el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas solicitó a España que adoptara «medidas provisionales» para transferirle a un centro de protección de menores, pero la Fiscalía sigue considerándole un adulto.
Dirigentes como Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia, la institución del Defensor del Pueblo, y la asociación UNICEF ya han pedido a la Fiscalía General del Estado que atiendan dicha solicitud, quien continúa haciendo oídos sordos. Actualmente, el niño se encuentra en un albergue de personas sin hogar, donde solo puede pasar las noches; un lugar que está muy lejos de reunir las condiciones para dar amparo a un menor de edad.
Cuando llegó a aguas españolas, «Modou» tan solo portaba una fotografía de su partida de nacimiento y de su pasaporte, documento que, gracias a una organización humanitaria fue aprobado y verificado por la Embajada de Gambia, y en el cual se informa de que el niño tiene 14 años. A pesar de ello, la Fiscalía de Menores de Madrid duda de su legitimidad: «El fiscal dijo al chico que se tenía que someter a pruebas radiológicas para determinar su edad, pero la abogada del joven le informó sobre su derecho a no someterse a pruebas al estar documentado y poder acreditar su edad con su pasaporte original», declara Lourdes Reyzábal, cofundadora de la Fundación Raíces, a Infobae.
Este tipo de pruebas son llevadas a cabo con el fin de verificar las edades de los jóvenes inmigrantes irregulares llegados a España sin documentos. Sin embargo, su margen de error es muy amplio, dejando resultados poco concluyentes que llegan con una demora de incluso años. Esto hace que muchas de estas personas, adultos o menores de edad, como «Modou», queden en un limbo y desamparados.